15 de junio de 2011

Fluir con la vida


Al contemplar la naturaleza descubrimos lo perfecto de su existencia, el desapego. Observando un precioso río se aprecia lo hermoso  del fluir, de deslizarse sobrellevando los obstáculos que se puedan presentar por el camino, se puede ir por momentos más lentamente procurando saltar dicho obstáculo reuniendo las fuerzas necesarias para seguir adelante.

En nuestra vida diaria, nos resistimos a seguir adelante. Los obstáculos en ocasiones parecen insalvables y nos resistimos ante ellos, en lugar de reunir las fuerzas necesarias para seguir avanzando, luchamos en ocasiones procurando mover las barreras o inclusive huir de ellas. El agua del río simplemente se “junta”  se repliega sobre sí mismo y de esta manera reúne fuerzas para seguir adelante. Es una paradoja muy bonita para aplicar a nuestra propia vida.

¿Cuántas veces nos aferramos a ideas o conceptos preconcebidos y allí nos mantenemos firmes sin movernos? Impidiéndonos el libre fuir, que no es más que confiar en la vida, el saber que al darnos un espacio para tomar fuerzas, sin expectativas, simplemente con la seguridad de que al replegarnos sobre nosotros mismos los problemas se debilitaran y los transcenderemos con el mínimo esfuerzo. No quiero decir con ello que ante una dificultad hay que mantenerse de brazos cruzados en inacción. Es recurrir a nuestra fuerza interior para encarar la situación con valentía. Actuar sin agitarse, esperar la calma y desde allí accionar armónicamente como el agua del río.

Si logras hacer que tu mente esté alineada con tu corazón puedes actuar desde el amor y la armonía perfecta del universo, donde ya el esfuerzo deje de existir porque cuando el se hace presente con el conflicto. Colocando tu atención en el momento presente sólo existe tu voluntad unida al ritmo universal del libre fluir. Expande tu corazón y amplía tu mente y ve a tu espacio interior, no te resistas a los diques que se presentan en tu  recorrido, por el contrario  es un momento para reunir el valor necesario para seguir adelante, es un descanso que te tomas para reconocerte, para hacerte mucho más fuerte y seguir adelante.

El momento de fortalecer tu intuición y seguir adelante sin hacer un torbellino, es lo que marca la diferencia entre una persona feliz y una infeliz. Deja de lado el miedo de actuar sin conflicto, no insistas en ver un obstáculo cuando sólo es un momento de ganar en fuerzas y voluntad, usando tu sabiduría interna tienes el suficiente discernimiento para salir de cualquier prueba que se presente a medio camino. Descubre el valor de la libertad, ábrete a lo que viene, al renunciar a los apegos rompes los obstáculos que tu mismo te creas y que impiden tu fluidez natural.

Recuerda que el infinito solo se limita en tu mente, contempla con atención tu esencia  y fluye por el río de la vida, deteniéndote por momentos si es necesario o lanzándote formando una preciosa cascada que muestra tu pasión por la vida.

Con amor…Luz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Resumiendo,

Vive sin temor.

Luz Rodríguez dijo...

Exacto... dejarse llevar por la pasión de la vida misma.

con amor...Luz

alba puig ( faninuyashayaome ) dijo...

me encantan tus reflexiones, se que no es normal por una niña de mi edad pero me llegan a la alma ( tengo 15 años xD)... SE QUE SOY JOVEN PERO TENGO CORAZÓN ^^ me alegra mucho tu trabajo ^^ ojala algún día exprese con mi vida lo que tu escribes con mucho entusiasmo