La comunicación Almica

Algo que siempre me ha llamado la atención es el deseo constante de comunicarnos… el insistir en utilizar la palabra para transmitir nuestros pensamientos, deseos, sentimientos… sin embargo también observo que la palabra es un símbolo que ha generado también muchos conflictos por la interpretación que realizamos, que viene dada por nuestro sistema de creencias.

Recuerdo haber asistido a un seminario alguna vez, de parejas donde durante todo un día se compartía con la pareja en absoluto silencio…se caminaba de la mano… se le miraba a los ojos, se le acariciaba… realmente fue una experiencia única…al principio fue algo complicado… pero luego en la medida que fue pasando el día… podíamos vernos a los ojos y percibir lo que el otro estaba sintiendo… reconozco que fue una experiencia muy “intima”… en muchas oportunidades existe un temor a ese “silencio” que se llena con las palabras… algunos dicen que Donde existe un amor profundo, las palabras son virtualmente innecesarias.

Hay una cita de un libro que me gusta mucho: “La diferencia entre las culturas humanas y las culturas muy evolucionadas es que los seres muy evolucionados:

1. Observan plenamente.

2. Se comunican verdaderamente.

Ven lo “que da resultado” y dicen “lo que es”. Éste es otro cambio pequeño pero profundo, que mejoraría mucho la vida en su planeta.” (Conversaciones con Dios NDW)

En la medida que el tiempo transcurre… más personas van estando consciente del poder de la mente, de que está interconectada con todas las cosas y de su identidad real como seres espirituales… en esa misma medida vamos aprendiendo a que si estamos interconectados, puedo ponerme en contacto con “el sentir” del otro como si fuera yo mismo…puedo antecederme a sus deseos… y para ello solo requiero observar… pero no con la mente… es más observar con el corazón… algunas veces sentimos una sensación tan grande que no logramos identificar de dónde viene y es de aquella persona que esta muy cercana a nosotros… que nos está enviando un mensaje con su energía… todos alguna vez nos hemos sorprendido con la fuerza de una mirada, o con percibir a una persona en la distancia… esto no es para nada algo que existe en nuestra imaginación… por el contrario… cuando somos capaces de observar y sentir el flujo de energía divina a través de nosotros en esos momentos…aún sin palabras estamos en contacto con el otro y el milagro de una comunicación que viene de la “resonancia almica” se hace posible…

En la medida que aprendemos a reconocer todos nuestros mensajes internos… aprendemos a escuchar al otro desde nuestra esencia… me he sorprendido también que al lograr percibir al otro… también voy descubriéndome a mi misma y viceversa… al final cada acto lo vamos haciendo por nosotros mismos y en la medida que vamos observándonos interiormente, el otro cobra nueva vida dentro de mi, voy experimentando su divinidad… partiendo de la premisa que todos SOMOS UNO… y reconozco que es hermoso hacer contacto con nuestra esencia silente… que solo ES…

Con amor…Luz