14 de mayo de 2010

Los 4 jinetes del apocalipsis de la mente 3/5


El tercer jinete es descrito en Apocalipsis 6:5-6, “… he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.”


Normalmente a este jinete se le asocia con una gran hambruna que tendrá lugar, probablemente como resultado de las guerras producidas por el segundo jinete. La comida escaseará, pero los lujos tales como el vino y el aceite aún estarán disponibles.


El hombre como tal tiene un hambre hoy día de cosas materiales… de tener y tener más, se observan un mundo de polaridades entre un mundo lujoso y otro carente de recursos… eso es muy evidente, sin embargo hay un hambre que es aún más profunda y martirizante…”el Hambre de amor”… nos hemos vuelto mendigos…al desconocer nuestra esencia, pasamos una vida llena de dolor al procurar complacer a los otros, al intentar ser superior que el otro para ser merecedor de amor, a competir por el amor, a luchar por amor… inclusive muchas guerras internas se empiezan en honor al amor…


Este caballo nos muestra que colocamos en una balanza lo de la esencia o lo del mundo físico… en uno de los platillos está nuestra visión externa e irreal del mundo y en el otro platillo tenemos a la visión interna que es la que nos conduce al equilibrio y a la Justiciaeste jinete nos dice como su mismo color reconocer ese lado que podemos llamar “oscuro” y tomar consciencia de equilibrar materia y espíritu en perfecta armonía… que luego de “la guerra conmigo mismo”, lo único sublime que hay es el amor y no el sexo desmedido… tampoco el dinero… y no es el satanizarlos es más bien hacer un buen uso de ellos, Por eso, el sexo puede ser un sacramento, una compensación, una recuperación del equilibrio cósmico perdido en el momento de la separación de los sexos para la producción de cuerpos y para llevar adelante la evolución humana, o puede ser un medio de degradarse hasta la animalidad inferior. Y con el dinero ocurre lo mismo: que puede, bien usado, ser una fuente de bendiciones para los demás y para uno mismo pero, mal empleado egoístamente, puede llevarnos a la ambición, la injusticia y la crueldad más devastadora.


Nuestra balanza mostrando el interior y el exterior puede oscilar, desde la inutilidad hasta la sabiduría… una de las causas de mayor sufrimiento surge precisamente de ese "buscar amor" y es la intensa emocionalidad que se vive, pasamos desde los pensamientos más elevados hasta los mas terrenales… se un jinete que nos indica que es la hora de abrir el compás de nuestra mente y valorar primero el mundo que no es perecedero que obviamente es el de nuestro ser divino y poco a poco ir acercándolo a nuestro ser terrenal… que al final es el mismo, lo que los diferencia es de que manera ejercemos nuestra voluntad para transcender nuestros deseos…es ir alineando estos en función a las metas de principios elevados que dicten nuestros corazones.


Es permitir que nuestro cuerpo sea conducido por el espíritu a ideales altos que vibren en armonía con la divinidad…En primer lugar, lo atractivo de lo material disminuyen ante nuestros ojos.


Además, Se nos damos cuenta de que la vida no es un fin en sí misma, porque se acaba de modo inevitable y, poco a poco dejamos de aferrarse a la banalidad de la vida y tomamos consciencia de la eternidad.


Que hermoso es dejar de tomar parte en la lucha por la vida, pero ser sensible a quienes necesitan ayuda, desprendiéndonos sí lo otros lo agradecen o no, quizás nos ataquen o desprecien o insulten después de recibirla, al final importa es el saber que voy cumpliendo mi función de amor… es mágico el saber ponderar la necesidad y la dosis de ayuda que debemos prestar y su oportunidad.


Reencuadremos este jinete de la siguiente manera “… he aquí un caballo negro como símbolo de profundidad y sabiduría; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano…indicando la justicia y el amor divino…. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino… porque tanto uno como lo otro es importante… y sólo requiero que la voluntad de Dios fluya a través de la mía... y descubrirás que no requieres buscar amor porque ya eres Amor”


Con amor…Luz

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buena interpretación te felicito Luz, todo los males dejarían de existir en un instante, si tan sólo colocamos un poco de bondad en nuestras relaciones y el servicio es la mejor manera de hacerlo, cuando dejamos de dar importancia a este mundo material empezamos a abrirnos al amor verdadero.

Rafael

Anónimo dijo...

Cargado de magia como tu!

Martín di Mattias

Antonio dijo...

Con este jinete recuerdo el libre albedrío. Esa libertad que tenemos de elegir entre una vida bella dirigida por buenos principios y una vida opaca carente o disfrazada del verdadero amor, no comprometida sin servicio a los demás y marcada por el egoísmo. Al equilibrar nuestra balanza interna podemos escoger por una vida elevada y aceptar que el servicio a los demás es un verdadero honor al cual tenemos acceso y reconocemos ese compromiso como una oportunidad valiosa de dar ayuda y amor desinteresadamente a quienes lo necesitan. De esa forma nos integramos al mundo, porque al ayudar a otros y al trabajar sinérgicamente con otras personas que han elegido por una vida elevada en función al servicio de los demás, creamos una red de amor, que nos da la identidad de humanidad.

Anónimo dijo...

Genial como siempre Luz. Continua con esta gran serie.

J.

Anónimo dijo...

Brillante interpretación como todo lo que haces!! Te extrañamos en las meditaciones, hace falta tu preciosa energía

Jorge

Anónimo dijo...

Muy interesante, pero tengo una duda ¿Los jinetes son un aviso de que ya va a comenzar el Apocalipsis verdad?


Maria

Luz Rodríguez dijo...

María como explico en cada una de las entradas de los 4 jinetes, el apocalipsis como tal lo percibo como un estado interno de nuestra mente y en la medida que enfoquemos nuestra atención en él, en esa misma medida se hace realidad.

El caos realmente existe porque estamos limitados por el miedo, mas lo verdaderamente importante es abrir nuestro corazón y hacer que nuestros actos estén encausado por nuestros más altos ideales y en función de ello convertiremos esta hermosa tierra en un paraíso, pero somos nosotros con nuestras pautas mentales que hacemos el cambio.

Con amor...Luz

Anónimo dijo...

GRACIAS POR INFORMARNOS DE TODO ESO YA QUE ASI CAMBIAREMOS NUESTROS MALES MUCHAS GRACIAS LUZ

Anónimo dijo...

interesante blog muchas gracias, buscando una imagen has abierto una puerta.