La Espiritualidad en lo Cotidiano

Hace un rato realizaba mi meditación favorita es una elaborada técnica que originalmente fue usada por las mujeres en épocas medievales recibe por nombre “limpiar la casa”… aunque parezca gracioso es la técnica de meditación que más valoro… realizar cada acto de la cotidianeidad con entrega absoluta…observándome ,estando entregada en cuerpo y alma a la actividad, es muy mágica para mi… cuando estaba en el momento cúspide de pronto repicó mi teléfono y no dejaba de hacerlo una y otra vez…no acostumbro a dejarlo encendido mientras realizo este tipo de meditación(y hoy lo olvide por completo)… entonces decidí verlo como una sincronía… así que del mejor talante contesté… Ah! Sorpresa era una amiga que quería sólo hablar… me comentaba que le era muy difícil vivir en “sus dos mundos” refiriéndose al mundo de “la espiritualidad” y su “vida cotidiana”…

Esta situación una vez más la agradecí, porque venía a la perfección con la meditación que realizaba en ese momento… le dije a mi amiga que observara a su alrededor y que me dijera que si no veía a Dios a su alrededor… ella guardó silencio por un momento y empezó a llorar… en ese momento me conmoví mucho y le dije… que la espiritualidad está en cada uno de nosotros, por ser embriones de Dios… que no requerimos ir a buscarla a algún lugar, con algún gurú o aprendiendo una técnica muy elaborada… la verdadera espiritualidad… está en el darnos cuenta de las maravillas del universo y amarlas… adorarlas… la espiritualidad la vivimos en un gesto amable… en una palabra cariñosa… en una mirada… en las personas que nos rodean…

En muchas ocasiones he estado en medio de un tráfico terrible, y allí volteo a un lado y veo a un niño sonriendo o siento una suave brisa, observo a una bella mariposa o veo al sol… a una montaña… al cielo… a cantidad de personas que parecen correr…de pronto coloco toda la escena en cámara lenta… y allí descubro a Dios… en ese momento siento una paz asombrosa…estoy allí con todos mis sentidos… y eso hace la diferencia… disfruto de ese momento sin resistirme, sin hacer juicios, simplemente AMO ese momento… el único real para mí en ese instante…

Muchas personas me preguntan que si yo tengo algún especie de “altar de adoración” en mi casa, siempre les digo que no poseo ningún altar exterior… que tengo uno que es muy interesante y que llevo a todos lados… este es etérico y está decorado magistralmente… se encuentra situado entre un lugar entre mi corazón y mi mente y obviamente lo puedo llevar a cualquier lado… allí procuro realizar en mi día a día las más hermosas ofrendas de amor y respeto por los demás, como por mí… puedo estar realizando cualquier acto en mi mundo cotidiano y allí se mantiene cálido … con un fuego encendido perennemente…

He logrado comprender que no es necesario que pase todo el día meditando o con personas espirituales o leyendo todo el día de espiritualidad… más bien puedo hacer el acto que sea, llámese mi trabajo en este mundo físico, limpiar, ir al baño, estar en una fiesta e inclusive haciendo el amor … y aún así sentir la espiritualidad en ello… porque en cada acto está “mi esencia espiritual” y si lo realizo con plena consciencia de mis valores más elevados, es una “ofrenda santa”…conectada a mi divinidad… y en la medida que logramos percibir cada acto de nuestro diario vivir como un acto de adoración es esa medida vamos dejando de estar divididos por ilusorios mundos de separación… somos seres espirituales teniendo experiencias físicas y como tales… cada acto es una ofrenda a la Deidad…

Con amor… Luz.