En esos momentos la energía de sincronización, trae a la Divinidad, para que se muestre al mundo, para que todo aquel que comprenda se decida a la evolución conciente hacia la energía de la LUZ Y LA VERDAD y pierda el miedo.
Cuando esto ocurre hay pruebas físicas de ello, las líneas magnéticas del planeta sufren disturbios, moviéndose, disminuyendo. Muchos animales sufren desorientació n especialmente los de mayor tamaño de los océanos y las aves; aparatos creados por el hombre que utilizan energía magnética se ven afectados y pierden su exactitud ante las variaciones en ese campo que les descompensan.
Las estrellas de los sistemas solares afectados pierden polaridad y se convierten en un solo campo magnético. Los ejes imaginarios sobre los que rotan los planetas sufren un bamboleo, que lleva a modificar su posición “habitual” y se comportan de forma errática. Sobrevienen
maremotos violentos, huracanes, terremotos, inundaciones, guerras, accidentes donde se ven implicadas muchas personas, cataclismos naturales que arrastran al caos y la muerte a muchos seres.
Los mundos se ven afectados con grandes tormentas magnéticas provenientes de las energías que emiten sus soles. Los planetas se mueven aceleradamente y pierden parte de su magnetismo habitual. Simultáneamente se acelera la frecuencia vibratoria. Y el mundo cambia en pocos años, la sensación de que no existe un lugar seguro sobre el planeta se hace más profunda e inquietante.
Estas anomalías provocan en los humanos mucha confusión, agresividad en aumento, llegando incluso porcentajes muy altos, a la des-alineació n transitoria o permanente de muchos individuos. El electromagnetismo cósmico influye en la conciencia y razón humana, y esto afecta la vibración de los seres. El silencio es el único camino para hallar la paz y centrar al ser interno, en momentos cósmicos tan convulsionados. Ante estas influencias electromagnéticas tan poderosas, que influyen en las ondas cerebrales de la humanidad, es necesario tomar medidas para hallar el equilibrio del ser interno, como contrapartida a las energías externas. Cuando cambia el magnetismo y la vibración cósmica, los hombres deben aprender a sintonizar en la nueva frecuencia planetaria.
Estos desequilibrios o re-acomodamiento del ser humano para poder estar en armonía con el magnetismo cósmico provocan, inquietud, dispersión y sueño poco reparador. Quien no sepa controlar sus emociones pudiendo sustraerse a este aparente caos externo, haciendo un viaje hacia lo profundo de su ser, no puede generar su propia burbuja magnética y quedará atrapado en las garras de la Oscuridad.
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